columna DE OPINIÓN 

En el marco de la pandemia generada por el Covid-19, Colombia enfrenta a nivel político, social y económico una difícil situación. Indignación y desesperanza, son las dos palabras que más se repiten los ciudadanos abrumados por tantos hechos lamentables a lo largo del último tiempo. No solo me refiero a la crisis social y sanitaria que causó el coronavirus, también, al martirio que se ha vivido por culpa de la violencia, esta parece un hechizo eterno que ni el mejor brujo podría conjurar para que cese.

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En el tercer año de Iván Duque como presidente de la República, son escasas, por no decir nulas, las decisiones y acciones que han influido positivamente en el pueblo colombiano durante su mandato, y digo esto porque con su gobierno se evidencia un estancamiento y hasta un escandaloso retroceso en muchos aspectos que ya creíamos superados.

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Uno de ellos es el Proceso de Paz, el cual el gobierno anterior dejó plasmado con solidez y expectativa para seguir avanzando en temas de conflicto, perdón, reconciliación y no repetición. Lastimosamente se ha venido violando y desprestigiando en los últimos dos años con tantos sucesos que enlutan el país y hacen que el proceso pierda fuerza y credibilidad.

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Los Consejos de Juventud son una apuesta del gobierno colombiano

hacia la inclusión y la democracia, esta vez con la floreciente juventud

como protagonista, ya que, mediante el ejercicio democrático electoral,

podrán votar y ser elegidos

 

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Pero, en medio de la incesante oscuridad, hay una llama que se enciende, su luz se refleja sobre la juventud colombiana, y esta le otorga una señal de aliento, motivación y liderazgo. Esa ‘señal’ se traduce en un acontecimiento histórico de nuestro país, ese acontecimiento serán las Elecciones de los Consejos Municipales, Locales y Distritales de Juventud que se llevarán a cabo en el mes de marzo del 2021. Los Consejos de Juventud son una apuesta del gobierno colombiano hacia la inclusión y la democracia, esta vez con la floreciente juventud como protagonista, ya que, mediante el ejercicio democrático electoral, podrán votar y ser elegidos. Cabe destacar que los y las jóvenes entre los 14 y 28 años son los que tienen el derecho a participar en los Consejos, ya sea como votantes o candidatos, según el Estatuto de Ciudadanía Juvenil (Ley 1622 de 2013).

 

La metodología que regirá este proceso electoral será la siguiente:

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Los jóvenes que se quieran postular como candidatos deberán formar parte de listas independientes, procesos y prácticas organizativas formalmente constituidas o movimientos y partidos políticos.

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Las listas serán únicas y cerradas, tipo cremallera. Además, se respetará la cuota de género, es decir, en cada lista que se presente debe ir de manera alternada el sexo de las personas, esto con el fin de garantizar la equidad entre los candidatos.

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Las curules se distribuirán por medio del sistema de cifra repartidora y se deberá respetar la siguiente proporción:

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Jóvenes independientes 40%

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Procesos y prácticas organizativas formalmente constituidas 30%

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Movimientos y partidos políticos 30%

 

La cantidad de curules por voto popular será proporcional al número de habitantes por municipio o localidad. Para municipios o localidades con más de 100.001 habitantes se elegirán 17 Consejeros; para municipios o localidades entre 20.001 a 100.000 habitantes se elegirán 13 Consejeros; y para municipios o localidades con un número de habitantes menor a 20.000 se elegirán 7 Consejeros.

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De ser elegido, el Consejero tendrá una vigencia de cuatro años en el cargo, y se posicionará como una ficha importante dentro de su territorio, porque influirá en la toma de decisiones de los entes gubernamentales y podrá proponer soluciones a las problemáticas o necesidades que se presentan en su comunidad. Además, será el interlocutor de la comunidad juvenil de su territorio ante las entidades públicas y tendrá la labor de concertar con la Administración la Agenda Gubernamental de Juventud, asimismo deberá participar, vigilar y controlar los procesos de ejecución dentro de la misma.

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Los jóvenes podrán votar en los diferentes establecimientos que se dispondrán en las ciudades por orden de la Registraduría Nacional del Estado Civil, entidad encargada de dirigir todo el proceso electoral, desde la inscripción de tarjetas de identidad y cédulas hasta el escrutinio. Cabe aclarar que a la fecha en que se escribe esta columna y, según Alexander Vega Rocha, registrador nacional, el Calendario Electoral aún no se ha definido, por lo tanto, dicha información no ha sido publicada oficialmente.

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Estas elecciones son una gran oportunidad para

todos los jóvenes colombianos que día a día tratan de hacerse

a un espacio en la movilización y participación política

 

Jóvenes que luchan insaciablemente con sus ideales a flor de piel en pro de construir un mejor país y conseguir cambios significativos que ayuden al progreso de nuestra sociedad. Esta avanzada juvenil también llegará a darle una renovación y un aire fresco a la vieja, corrupta y acomodada clase política del país, con el fin de reestructurar y fortalecer los vínculos de confianza y credibilidad con el pueblo colombiano. Solo queda esperar que estas elecciones se cumplan a cabalidad, con gran aceptación, aforo y sobre todo transparencia, para que todos los partícipes de este ejercicio democrático queden en la historia de Colombia como los ciudadanos que instituyeron los Consejos de Juventud.