crítica

¿Qué tanto conocemos acerca de las producciones dirigidas al público infantil realizadas en Colombia o en Latinoamérica? Quizás conocemos muy poco al respecto. Sin embargo, Señal Colombia, uno de los pocos canales nacionales con una franja de programación pensada especialmente para los niños y adolescentes, ha realizado desde hace algunos años importantes apuestas a producciones infantiles latinoamericanas, que han sido reconocidas en distintos e importantes premios a nivel nacional y continental.

​

Puerto Papel

​

Comencemos con una historia que no tardó en ser un éxito desde sus primeras emisiones a mediados del año 2016, Puerto papel, serie chilena coproducida por la televisión pública de Argentina, Colombia, Brasil y Chile, que narra las aventuras de un pequeño grupo de adolescentes, liderado por Matilde, una joven de 12 años, quien luego de golpearse por accidente en la cabeza con un coco mágico, adquiere todos los días un extraño e inútil poder.

​

Esta serie, producida con una desafiante y excelente técnica de animación, se convirtió en la primera serie de larga duración en ser elaborada en stop motion, los personajes se elaboraron en su totalidad de papel, en lugar de usar materiales usuales como la plastilina. Debido a su calidad técnica, ha sido ampliamente galardonada a nivel nacional e internacional. En nuestro país recibió por dos años consecutivos el premio India Catalina a mejor serie infantil; y a nivel internacional, uno de los principales reconocimientos que ha recibido es el Kidscreen, que se lleva a cabo en Miami, y en donde compitió con grandes productoras como Netflix, Dreamworks y Disney.

​

Así mismo, es importante destacar los efectos de sonido que le dan vida a todo aquel mundo de papel, lo que le permite a la animación adquirir una interesante armonía. Pero más allá de sus logros técnicos, no está demás resaltar el guion narrativo y creativo de la historia, que más allá de la usual irracionalidad, en el buen sentido de la palabra, que se observa en la mayoría de programas infantiles, su principal característica es el inteligente y pícaro sentido del humor, que le proporciona a las travesuras de Matilde y sus amigos una refrescante diferencia con las demás producciones de su tipo.

 

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

Siesta Z

​

Serie original de la productora argentina Perro en la luna y co-producida por Colombia, Ecuador y Brasil, tiene como protagonista a una niña de seis años, que a su corta edad ama la literatura, pero quien al sufrir narcolepsia, suele quedarse dormida en cualquier lugar y en el momento menos esperado.

​

Si bien, Siesta Z, no ha ganado muchos reconocimientos, ha sido nominada en más de una ocasión a los premios Emmy Kids, considerados como los Oscar de las producciones infantiles. En mi opinión, esta historia tiene uno de los conceptos más interesantes a nivel gráfico y narrativo, ya que cada vez que Siesta cae en un sueño profundo, recrea en él, con toda la inverosimilitud y lógica propia de los sueños y de los cuentos infantiles, las historias de los clásicos de la literatura universal y latinoamericana que ha leído. Aunque tal vez, no tenga sentido la forma ni el espacio en el que se desenvuelven los personajes para quienes han consumido algunos de aquellos relatos, es una interesante apuesta para que niños y niñas se interesen por aquellas historias y se motiven a leerlas en un futuro.

​

​

​

​

​

​

 

 

 

 

 

 

 

Mr. Trance

​

Es una de las producciones más exitosas de Señal Colombia. Fue ganadora de un India Catalina en el año 2015 a mejor serie infantil y juvenil, y ha sido nominada en varias ocasiones a los premios Emmy Kids. A pesar de que la animación, ilustración y los efectos sonoros de esta historia son sencillos, logra un equilibrio perfecto que la hace entretenida y llamativa. En la banda sonora de la serie, a cargo de Esteman, se evidencia una apuesta diferente a la musicalización normalmente utilizada en producciones infantiles; de hecho, en el año 2015, fue nominada a los premios India Catalina a mejor música original.

​

Así mismo, la historia está muy bien pensada narrativamente, pues logra transmitir sin dificultad los problemas cotidianos a los que se enfrenta el protagonista, sin necesidad de diálogos, solo a través de las imágenes, sonidos, expresiones y planos necesarios. Además, aquellas situaciones a las que se enfrentan los personajes, están complementadas por un sencillo y elegante sentido del humor.

Los personajes, por otra parte, no pasan inadvertidos. Entre ellos se destaca a un protagonista de quien se dice es un puercoespín, pero que no lo parece; una chica humana que es fucsia de pies a cabeza, y un perro salchicha, al que en efecto se parece, pero carga con él una pulga que viaja con maleta y quien ama sentarse a escuchar música al atardecer. Nada extraño al increíble mundo de las producciones infantiles, que siempre tienden a romper las barreras de la lógica.