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the half of it

crítica

Sebastián Torres

Sebastián Torres Muñoz

Instagram: @storres__m

En estos tiempos de aislamiento, las películas se han convertido en un medio de entretenimiento para pasar tiempo en casa. Por ello, no es extraño que las plataformas vía streaming se hagan cada vez más populares y decidan publicar más películas. Si supieras (The half of it), una comedia romántica juvenil con una historia un poco diferente a las que estoy acostumbrado a ver. Se estrenó en los primeros días de mayo en Netflix y ganó un premio en el festival de cine de Tribeca el pasado mes de abril de 2020.

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En esta película seguimos a la estadounidense de ascendencia china Ellie Chu, una estudiante brillante, con buenas notas y que, para ganar un poco de dinero, realiza ensayos a algunas de las personas de su clase. Un día, nuestro segundo protagonista, Paul Munsky, pide su ayuda para escribirle una carta a una de las chicas más populares de la escuela, Aster Flores. Aunque en un principio Ellie niega rotundamente ayudar a Paul, unos cuantos problemas familiares la hacen cambiar de opinión. Al desarrollarse en un tiempo donde no existía el internet y mucho menos las redes sociales, carta tras carta, comienza lo que sería el desarrollo de este filme.

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La trama de película es basada en la obra de Edmon Rostand del año 1987, ‘Cyrano de Berjerac’, en la que un gran poeta quiere conquistar a su amada, pero debido a su complejo, que es el tamaño de su nariz, decide pedirle ayuda a una persona que, aunque no sea muy de letras, su físico es agradable. Si supieras no es la primera película que toma como referencia esta obra, pero lo que sí marca la diferencia con las anteriores, como ‘Cyrano de Berjerac’ (1950), ‘Roxanne’ (1987) y ‘Sierra Burges is a loser’ (2018), es que los roles varían un poco. En esta ocasión, un chico y una chica se enamoran de la misma mujer, haciéndola una película con una gran diversidad sexual.

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Al inicio del filme pensé que la temática sería una historia romántica común, pero unos minutos después, la película se convierte en una producción que muestra cuál es el significado del amor desde diferentes puntos de vista. El hecho de cambiar un poco los roles fue perfecto para mostrar a la audiencia la importancia de la aceptación y el conocimiento de sí mismos.

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Pasados cien minutos del largometraje, conocemos a cada uno de los protagonistas, cuáles son sus historias o qué cosas les gusta hacer, están tan profundamente desarrollados que la película en ningún momento se siente vacía. Los tres son polos opuestos, pero esto termina convirtiéndose en una estrategia para mostrar que conocer personas distintas o personalidades diferentes, te enseñan a conocer cosas inesperadas, e incluso, te pueden transformar en una mejor persona.

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En esta película vemos todos los estereotipos que se encuentran en las producciones juveniles. La chica inteligente sin amigos, los chicos populares y los ignorados, entre otros. Incluso, los personajes principales están dentro de ese esquema, pero eso no fue una excusa para hacerla mala y, mucho menos, un impedimento para que se desarrollara la historia y el mensaje que quería transmitir. Añade un final un poco realista, diferente al esperado de producciones que siguen líneas como ésta. Ese es el principal problema de algunas películas, que solo tratan de mostrar lo tontos que pueden llegan a ser los adolescentes, por medio de situaciones tan irreales que tornan aburrida y poco graciosa la trama.

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Esta es la segunda producción de Alice Wu, tras 15 años del estreno de su primera película, Guardando las apariencias, en la cual también nos muestra una diversidad sexual. Su historia cuenta con una temática LGBT, con dos protagonistas asiáticas. Allí se evidencia el interés de la directora y la guionista Alice Wu, la estadounidense de padres taiwaneses, de contar historias como estas.

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Sí, debo admitir que, aunque no es una película que satisfaga el gusto de cualquier persona, es una que realmente vale la pena. Incluso, para las personas que disfrutan de una buena producción audiovisual, sus planos son excelentes, las más adecuadas tonalidades que van acorde a lo que quieren mostrar, en este sentido la película no defrauda. Si supieras, es una de esas producciones que con el pasar de los días, se vuelven comunes en nuestro entorno y empiezan a ser consumidas por una gran cantidad de personas.

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