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esperanza olímpica

reportaje

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Ana Sofía Cadavid Idárraga

Instagram: @soficadavid1

El 2020 fue un año que alejó a los deportistas a nivel mundial de sus rutinas de entreno y competencias, además, el deporte de alto rendimiento se enfrentó al aplazamiento de sus Juegos Olímpicos, hecho que solo ha sucedido en los años 1916, 1940 y 1944 debido a las guerras mundiales.

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Son cuatro años de ciclo olímpico, es decir, cuatro años de entrenamientos, preparación y diferentes competencias que finalizan en el gran evento, pero… ¿qué pasa cuando todo esto cambia? ¿Qué pasó con los deportistas risaraldenses, mientras el Covid-19 obligó a aplazar el evento más importante de sus vidas?

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Para David Arias, nadador y medallista de Juegos Nacionales, la decisión de aplazar el evento fue la más acertada, ya que el Covid-19 no llegó en todo el mundo al mismo tiempo, por lo que hacer los Juegos Olímpicos en el 2020 era enfrentarse a un gran desnivel entre deportistas. Su nivel sin duda se vio afectado y la motivación también se iba perdiendo, pero gracias a su entrenador y diferentes charlas, pudo mantenerse a flote hasta el momento en que pudo volver a la piscina.

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Su mayor aprendizaje fue darse cuenta del valor de aquellas cosas que parecen no tener mucha importancia y ser agradecido por estas mismas, como el simple de hecho de poder respirar, levantarse y caminar, cosas que parecían pequeñas cobraron mucho sentido para él.

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Más que mejorar en algo de sus entrenos, se trata de continuar en el proceso que viene, continuar perseverando, seguir concentrado y enfocado en ese sueño que ahora es un objetivo. Para febrero y mayo, hay dos competencias en Estados Unidos y Trinidad y Tobago, ambas clasificatorias, su sueño siempre ha sido conseguir la marca olímpica que da el cupo directo, “estamos a un segundo y 70 centésimas de la marca, y vamos a luchar por lograrla en esos campeonatos” dice David en entrevista exclusiva.

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“Cosas buenas vendrán”

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Jenny Arias, boxeadora de la Selección Colombia, no pudo evitar la tristeza tras conocer la noticia. Durante todo el ciclo obtuvo muy buenos resultados en los eventos más importantes de este mismo, Juegos Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe, y Panamericanos, todo esto con el objetivo final de participar en los Juegos Olímpicos. Aunque también había tranquilidad de saber que estaba en su mejor momento deportivo y que la posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos y obtener una medalla era alta. No se cancelaban los juegos, simplemente se aplazaban, “las cosas siempre pasan por algo y si así lo quiso Dios, es porque cosas buenas vendrán”.

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Estar en casa fue un tiempo para compartir con su familia, algo que no sucedía prácticamente desde que pertenece a la Selección Colombia de Boxeo, donde lleva aproximadamente nueve años. No fue tan negativo, ya que las metas estaban muy claras todo el tiempo y gracias a los entrenadores del departamento y la selección Colombia, se pudo llegar con el mejor nivel posible a la concentración donde se encuentra desde septiembre del 2020.

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A pesar de los tropiezos que tengas para lograr tus sueños,

nunca pero nunca te dejes derrotar

 

Para Jenny, este fue el aprendizaje que la cuarentena le dejó. Nunca pensó en rendirse ante la situación, sino que por el contrario cada día lo hacía más fuerte, porque los obstáculos que la vida le estaba poniendo, eran solo retos.

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Se ha destacado por ser disciplinada, constante y dedicada, y las fallas que ha tenido han sido mentales, por eso, mientras está a la expectativa de competir en el clasificatorio y los Olímpicos, su enfoque será la parte mental, ya que es la clave final parar lograr sus metas.

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¿Cambio extremo?

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Para el medallista de oro de Juegos Nacionales, el judoka Jorge González, la esperanza le volvió tras conocer la decisión tomada sobre los Juegos Olímpicos, ya que de realizarse en la fecha normal no alcanzaba a clasificar, pero con la aplazada se extendían las oportunidades de más eventos para sumar puntos en el ranking. La cuarentena fue un choque fuerte, porque nunca pensó que fuera a durar tanto y después de un tiempo empezó a sentir la baja del ritmo, porque los elementos que tenía en casa no eran los mismos, además en su deporte se necesita de un compañero para poder hacer los ejercicios y en la casa claramente estaba solo. Hubo un momento en el que sintió que entrenaba para tener condición física y no para hacer judo.

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El tiempo en casa le enseñó que cada uno es su propio límite, porque fue donde realmente se vieron las ganas y motivación que se tiene para salir adelante. Entrenar en casa requería más voluntad propia y honestidad de hacer lo que realmente había que hacer, ahí fue donde se pudo ver el deseo de cada uno.

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Poco a poco se han ido programando las competencias, a nivel mundial se tiene un calendario, como el panamericano de noviembre al que apuntaron asistir. Los objetivos son volver a coger el nivel, contagiarse del ambiente de competencia para ir soltando las dudas y temores que generan el dejar de competir tanto tiempo y así ir recuperando la confianza de ganador para enfocarse y mentalizarse de que sí es posible clasificar a Tokio 2021.

 

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